sábado, febrero 19, 2011

Un gesto emotivo



-¡A ESCENA!– el Director y su megáfono
Las seis cámaras estaban listas y el botón rojo comenzaba a parpadear. Era el clímax del rodaje y en estos minutos uno de los tres protagonistas debía morir, no tenían libretos, era teatro improvisado del tipo dramático.

Los dos que quedarían vivos, se ocultarían solo en la miseria, no había otro lugar dentro de ese cubo de murallas.

Estaban todos desnudos, pintados con ceniza azul, por momentos de teatro pasaban a butoh, y del butoh al teatro, los protagonistas aún no sabían quien moriría, ni entendían los gritos del director pidiéndoles no fingir.
-¡CORTEN!- Gritó el director, e impávido sobre su asiento playero siguió; -¿PARA ESO LES PAGO?-
-SEGUIMOS-

Dos de los actores pasaron de un beso a bailar sus libidos, el tercero en un gesto emotivo sacó un puñal escondido bajo la alfombra e intentó lanzarlo al director gritando –LIBERTAD-.

El Director en carcajadas tomó el puñal y le cortó una oreja a uno de los que bailaban, por su parte, el desorejado clavó el estilete bajo la tercera costilla del libertario actor, poniéndole punto a su vida.

Era el momento, el director llorando de emoción, comenzó a bailar entre la sangre de los dos, ahora, miserables bailarines.

Aún no sabían quien debía morir.

viernes, febrero 18, 2011

Precio.



Cuando oí la voz asexuada de la muerte, solo cerré los ojos mientras el cuerpo hacía el resto de su parte.
-Conmigo estás seguro- me abrazó y me puso su pesado abrigo verde. No miré sus ojos ni sus intenciones, solo le respondí el abrazo con un beso, –tal vez no vuelvas esta noche- me dijo uno de los cuatro gusanos que posaban en su hombro, el que estaba a su lado lo golpeó pidiéndole silencio.
Eran las siete y pico, y pico, eran las siete, me tomó del cuello y me apuntó con su dedo índice, me grito, y amenazó con dejarme vivir para siempre, solo entonces el miedo me detuvo. No moriría jamás si no le miraba los ojos.
No me quedó más por hacer que mirarla, y conocí algo más que el escarlata de sus ojos. Nunca me quitó los ojos de encima, me dijo que si lo dejaba de hacer, yo ya no podría ver más mi reflejo. Jamás podría saber quién soy sino a través de los ojos pérfidos de la muerte.

domingo, febrero 13, 2011

Ego número 1: Estómago

miércoles, febrero 09, 2011

Un asalto a Pájaro Verde ("Lo peor de todo"- Ray Lorica)

“Cuando cumplí 16 años mi madre me dijo `corre al cuarto a ver lo que te he traído´.En el cuarto había un loro. Yo nunca le había dicho a mi madre que me gustasen los loros, pero ella me compró uno y me lo dejó en el cuarto para darme un gran sorpresa. Así que no tuve más remedio que alegrarme muchísimo y abrazar al loro con todas mis fuerzas.
Era un loro de colores, gordo y mudo. Al principio no se movía casi y miraba hacia otro lado al verme venir, después comenzó a suicidarse. Se quitaba las plumas de una en una con más tesón del que nunca le hubieses supuesto a un loro.
Llamamos al veterinario y el veterinario dijo que se trataba de un trauma por falta de afecto. Como no pensaba querer mucho más a mi loro, se me ocurrió soltarlo para que fuese en busca de algo mejor, pero lo único que encontró fue el perro del vecino. Supongo que resulta difícil volar con una sola pluma en el cogote.
Uno puede querer mucho a su loro, pero luego va un perro y se lo come. Por otro lado, uno puede no querer nada a su loro, pero luego va un perro y se lo come. Así que da igual cuánto quiera uno a su loro, porque eso no va a servirle de gran ayuda si anda un perro cerca.”

La sonrisa tiene mil formas

Las obras felices son una invitación a darse por vencido.

lunes, febrero 07, 2011

La natural es más barato

Conciencia, estómago e intuición, ¿No es que también hallamos eso en el mal llamado instinto materno?, por eso y mucho más, Gracias doctor Freud.

jueves, febrero 03, 2011

Sebastián Baeza Presidente del 3ro C

En aquel entonces era la última papita tener cartas pokemón, uno miraba al cuarto básico como adultos y al segundo como niños, solo éramos todos iguales; funcionaba casi perfecta la democracia en esos consejos de curso, casi perfecta, de no ser por el maléfico plan de ganar las elecciones con sobres hechos con hojas de oficio, dirigidos con nombre y cartas pokemón al interior, el sobre decía -Juanito se la juega-, claro, en esa disputada elección el contendor regalaba cartulinas que entregaban el mensaje: -Vote con la cabeza, Vote por Sebastián Baeza-, prometiendo casi no tener clases.