domingo, junio 13, 2010

¿Saber lo que se cree porque se cree en lo que se sabe?.... Juradu y sus premisas Ateas



El problema de la existencia de dios es un asunto de la adolescencia. Antes de eso, imitamos irremediablemente a nuestros padres.

Para algunos el problema fue serio. Esos se hicieron agnósticos. Todos. Todo el que se haya tomado el problema en serio se hizo agnóstico, aunque haya sido por un instante: El Papa, Alberto Hurtado, Teresa de Calcuta... todos. Porque todos tuvimos la certeza de que no había respuesta. No había una línea de argumentación que llevara al gran SI o al gran NO.

Los que no se sumergieron en el problema, siguieron como sus padres: creyentes risueños, ateos risueños. Los que quedaron suspendidos en el agnosticismo, supieron que eso tampoco era una respuesta, porque el agnosticismo es nada, sólo es irrefutable. Estaban en la cumbre de un monte y debían volver al valle. ¿Por qué ladera?.

No había razones para elegir una ladera sobre la otra, pero una vez lanzados por una, sería difícil pasar la del frente.

No había argumentos, es cierto, pero estaba el carácter. Y el dedo imperceptible del carácter nos impulsó en una u otra dirección. Y no dá igual. El creyente y el ateo comparten el valle, pero lo recorren distinto.

O se camina con la acogedora certeza del creyente, o con la soledad romántica del Ateo. Declararse agnóstico es políticamente correcto, pero no sirve. Si mi hijo (cuando lo tenga obviamente) pregunta cómo lo vamos a pasar en las vacaciones, le digo "¡seguro que bien!", no le respondo "¿Y cómo quieres que lo sepa?". Uno actúa como si creyera o actúa como si no creyera. O preferimos Escudo, o preferimos Cristal, no nos declaramos incompetentes. Tiene que ver con la nitidez, con la claridad de la jugada. O creo que no creo, o no creo que no creo.

Y de paso, Escudo, qué duda cabe.

De cualquier forma me declaro incompetente y Ateo, después de todo nacemos como la Tábula Rasa de Locke; y a medida que vamos creciendo vamos conociendo el empirismo que nos da la noción de que quizás sabemos algo. Solo podemos "creer" lo que NO existe y no lo contrario. Nada me corroboraría que Superman exista, ni nada me dice que dios también, ni extraterrestres, ni los esquimaaales O.o'... en fin.

Juradu y sus premisas ateísimas

5 comentarios:

María de los angeles dijo...

yo creo qe cuando te haces ateo o agnóstico, es porqe de cierta forma viste la realidad, la dura y dolorosa realidad, y quedarse ahí mirandola es inútil, claramente no sirve de nada haberse dado cuenta qe no existe un dios. la magia está en intentar cambiar el mundo con esa idea, con esa visión de la vida. no al estancamiento, es lo qe un creyente hace...

whatever...

holi ;D ajja tengo debilidad por los blogs. eres de la sección 3 deresho udec cierto? O.O

Pina dijo...

yo no creo que sea tan rígido como creer o no creer. Para mi las cosas son más volátiles; en el dios ese del papa, sé que no creo. En el de los musulmanes, menos. ¿Profetas? Tampoco...pero sé que, para mi, definitivamente hay algo. Así que no me declaro ni agnóstica ni atea.
Y entre Escudo y Cristal, prefiero un vino.
Saludos Juanínsantiaguinoqueseenojacuandodecimosqueensantiagonohuboterremoto
jajaja nos vemos mañana

Pina dijo...

JAJAJAJA AMARGADO!

María de los angeles dijo...

como muy bien he aprendido, no guiarse por los convencionalismos sociales no daña XD más allá del aislamiento, q para mi no sería un problema.

te sigo de vuelta :D compañero-de-carrera

Juan Moncho Ramírez dijo...

Por cierto; tampoco yo hayo razón en descartar los convencionalismos sociales si no es con alguna otra alternativa lógica, aunque por otra parte soy bien antidialéctico para mis cosas, auch, --> ¿què hacer? --> problema --> solución --> la via sigue, yo sigo, soy felíz.

Saludos PinaEmoIndieOshareAmigaLocalyCompañeraDeSección, Saludos MaryofangelsAmigaBloggeryCompañeradeCarrera.



Adelante Estudio!!!