De abstracción, lógica, y sopapos existenciales.

¿Qué temes que adivinas?, ¿qué verdad?, ¿Qué se busca? ¿Qué se encuentra?; ¿amor? ¿No será que no es tiempo de saber que es, o no será que es solo en eufemismo?, ¿lógica? ¿y cuál es la lógica de la lógica?, ¿nombres? ¿Nombres a qué? ¿Nombres para qué? ¿Nombres para objetivizar? ¿Nombres para caer? ¿Nombres para subir?... ¿Qué podría saber? Podría saber que el humano es imaginación, es líbido, es estético, es apreciador, es social… Momento… ¿social?, no es que el humano sea social, es que la sociedad es humana, ¿lo creo? ¿lo sé?, pero ¿Qué valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? ¿Cómo sabes que sabes? ¿Cómo puedes saber que puedes saber?, ¿Prometer? Se llama vender o regalar. ¿Morir? La muerte no existe para todos, es el problema de algunos. ¿Qué se ama cuando se ama?, ni Gonzalo Rojas sabía.
Minimalismo, es cerrar los ojos sin necesidad de ser ciego, es sentir lo que se piensa antes que pensar lo que se siente, el minimalismo es el nirvana del jainista, es alma para la fenomenología y la muerte para el muerto. Es vida, es olor, es sabor, es pintar, escribir, cantar, bailar, saltar, llorar… ¿no?, es palabra, es… eso de amor.
Quién sepa que haya amado, que lance la primera piedra.