Se caen las manzanas que maduran en las pestañas, mueren los leones del coliseo del vértigo, crece el hambre y la fatiga, y entonces sigues ahí. -No te muevas o disparo- me grito y desenfundo la espada que tengo por natural adjetivo masculino. Si, es un pene.
Es solo catarsis, no eres más que el holograma de la ex conocida que tuve por cadáver, ya no existe nada, solo el nirvana que el azar me puso en esta nueva reencarnación.
La polla paranoica.